domingo, 13 de junio de 2010

Pecados capitales


No hay duda de que los denominados "errores de bulto" han marcado el devenir de los encuentros de la tercera jornada mundialística.

El Argelia-Eslovenia dejó entrever como los errores propios cuestan caro en una competición tan importante. Primero, el punta Ghezzal, que apenas llevaba quince minutos sobre el terreno de juego, quien controló un balón dentro del área con el brazo cuando ya tenía una amarilla. No fue la única equivocación de los zorros del desierto, ya que su guardameta Chaouchi decidió competir con Green en busca del trofeo a la mayor cantada. Fallos garrafales que han dejado a Argelia muy tocada para los dos encuentros restantes.

Es bien conocido el carácter peculiar de los serbios, capaces de sacar lo mejor y lo peor de si mismos en momentos inesperados. Contra Ghana dos jugadores se vistieron de verdugos de su selección. Cuando parecía que el empate iba a ser el resultado final, Lukovic se autoexpulsó, hecho que provocó que Serbia mejorase en su juego y parecía que se anteponía a la adversidad hasta que llegó el segundo mazazo. Kuzmanovic se disfrazó de jugador de balonmano para despejar un balón con la mano en su área. Penalti claro y gol de Asamoah Gyan. Sin embargo, estos fallos individuales no deben ocultar el mal partido que realizó Serbia. Apenas generó peligro y sólo Jovanovic puso algún destello de calidad. Faltó creación en el mediocampo y mal encuentro de hombres clave como Krasic o Zigic.
Por su parte, Ghana realizó un excelente trabajo físico y tuvo varias ocasiones claras. Le falta un "nueve", pero tiene futbolistas de segunda línea muy peligrosos y rápidos como Tagoe (Hoffenheim) y el goleador Asamoah Gyan (Rennes). Pese a todo, el encuentro dejó mucho que desear.

La jornada finalizó con una goleada de Alemania, facilitada por dos nombres propios. El primero antes del comienzo del encuentro, ya que el seleccionador australiano, Pim Verbeek, apostó por el "amarrategui blues", regalando el balón a los germanos y defendiendo muy atrás. Además, descolocó a Cahill, Culina o Emerton, situándoles en posiciones nada habituales para ellos. A la fiesta se unió el portero Schwarzer, quien prácticamente regaló los dos primeros goles. La seguridad que transmitía en el Fulham se disolvió en apenas 10 minutos. Si para Alemania todo iba sobre ruedas, el colegiado colaboró todavía más dejando sin señalar un penalti a favor de los aussies y expulsando injustamente a Cahill.
El conjunto de Joachim Löw me gustó, especialmente sus cuatro hombres de atqaue. Fantástico Özil, sensacional Müller y efectivos Klose y Podolski. Un capítulo especial merece este último, que rinde genial en la selección y disminuye su nivel preocupamente en equipos de clubes. Vamos a ver si Alemania se comporta igual ante un conjunto de mayor identidad.

1 comentario:

Johnny dijo...

Indignantes la autoexpulsión de Ghezzal y la mano de Kudmanovic (parece mentira que dos profesionales a este nivel comentan actos tan estúpidos). Si yo fuera su seleccionador, no volvían a pisar el cesped en todo el mundial.

Por lo demás, destacar la actuación del árbitro mexicano del partido Alemania-Australia. Si es cuando van engominados... algo raro suele pasar. La peor actuación arbitral en lo que va de mundial, y eso que el nivel está siendo muy bueno hasta ahora.