Sudamérica manda

A falta de lo que haga Chile hoy ante Suiza, las selecciones del continente de América del Sur están demostrando una gran autoridad, logrando el pleno de victorias en la segunda jornada y liderando sus respectivos grupos. A la calidad de sus jugadores se une ese espíritu competitivo y luchador que surge cada vez que se enfundan la camiseta nacional. De Argentina y Brasil se esperaba un gran rendimiento, pero la que más me está sorprendiendo es Paraguay. Después de conseguir un valioso empate ante Italia, los guaranís demostraron que tienen el oficio de un grande. El seleccionador Gerardo Martino planteó un sistema diferente ante Eslovaquía, lo que revela que sabe leer los encuentros dependiendo del rival. Sacrificó a Torres para colocar a Santa Cruz de mediapunta con el objetivo de tener una mayor pegada. Con tres delanteros sobre el terreno de juego, fueron precisamente dos centrocampistas los que marcaron los dos goles. El primero tras un pase magnífico de Barrios a Vera, que definió con un toque sutil con el exterior de su pie derecho.
A partir de ese instante, Paraguay retrasó un poco sus líneas y dejó a Eslovaquía la iniciativa del juego, pero dando una sensación de seguridad que hacía pensar que este partido no se les escapaba. Destacar su línea defensiva, donde sobresale el central Alcaraz, y también los destellos de Lucas Barrios, un punta de gran calidad, muy peleón y que le falta estrenarse su cuenta goleadora en el Mundial para completar una brillante fase de grupos.

Con la misma solidez pero con menos brillantez, Brasil lleva dos victorias sin apenas despeinarse. Con un fútbol lento y previsible, los cariocas sólo necesitan una acción individual de sus cracks para marcar la diferencia. Como ejemplo el goleador Luis Fabiano, que con dos chispazos de calidad anotó dos tantos. Habrá que ver cúal es el rendimiento de la canarinha ante una selección de nivel, ya que Costa de Marfil decepcionó y tampoco espero mucho de Portugal. Los marfileños esperaron atrás y con el balón en los pies fueron muy inocentes. No se entiende como Eriksson deja en el banquillo al explosivo Gervinho, cuando Kalou y Dindane llevan dos partidos lamentables.

Sudamérica brilla con luz propia y espera que con la actuación de sus cinco selecciones a Blatter se le quite la idea de dejarles con una plaza menos para el próximo Mundial.